"[...] Confianza. Ahí es cuando cometemos nuestro mayor error, porque pasa. Sucede y lo sientes, en tus carnes, debajo de tu piel. Y ya está. Nada más, porque no se puede describir lo que pasa por la mente cuando de repente se rompe la complicidad en las miradas. Y aún con ésa fragilidad que nos caracteriza en los momentos más débiles, esperamos a que venga, a que luche y cumpla sus promesas, y hay dos soluciones: que regrese con su bella mentira, o quedarnos sentados, sin apenas respirar, esperando, susurrando bajito todo lo que un día, ilusos, creímos."
Judit Castilla.
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