El olor a hierba mojada ya no se mezcla con tu perfume, y eso me alegra, aunque incluso puedo olerlo a veces sin ya existir.
El espejo esta ahí, y otra mañana mi sonrisa al verme cada día mejor en la absurda soledad de cuatro paredes y la música. Como ves, tu recuerdo sigue visitándome de vez en cuando o, para que engañarnos si ya no duele, cada día; pero me gusta saber que uno de los dos guarda imágenes de un "nosotros" que se quedó a medio camino. Entonces, sonrío más por haber crecido, por haber aprendido que en la vida, de vez en cuando, estamos ganando cuando creemos perder, y que nos pasamos el tiempo buscando la libertad mientras nos aprisionamos a alguien, sin saber que la sensación de ser libre es ser, simple y sencillamente, uno mismo.
Despacio, veo como esta primavera está tiñendo sus flores de más colores que nunca. ¿No creéis?"
Judit Castilla ©.
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